Lita la hormiguita ya era mayor y tenía que acudir a la escuela de las hormigas, pero estaba asustada porque, aunque le gustaba estar con Mario, nunca había conocido a hormigas nuevas.
Cuando llegó el gran día, Lita estaba nerviosa y vestida con un bonito lazo nuevo. Se pasó todo el día jugando en el colegio, pero siempre quería elegir a que había que jugar, que papel debía desempeñar cada hormiga y en que iba a consistir el juego. Pero sus compañeras hormigas también querían ayudar con el juego y así no les apetecía seguir jugando con Lita.
Nuestra amiga la hormiga estaba triste y cuando llegó a casa, cruzó el laberinto de azulejos blancos hasta donde estaba Mario y le contó lo sucedido.
Mario explicó a Lita, que cuando él iba al colegio, jugaba con sus amigos en el recreo y cada vez, uno elegía el juego, pues era divertido ver que inventaba cada uno, porque cada niño tenía ideas diferentes y era divertido probarlas todas y aprender un montón de juegos diferentes.
Al día siguiente, Lita hizo caso de los consejos de su amigo Mario y aceptó las ideas de todas sus compañeras hormigas. Ese día lo pasó en grande jugando y riendo con muchas ideas para juegos nuevos. Además, aprendió que no solo tus ideas son las que valen, todos podemos tener ideas buenas que nos pueden divertir y de las que podemos aprender cosas nuevas
miércoles, 5 de junio de 2013
lunes, 16 de mayo de 2011
LITA JUEGA MENOS CON MARIO
Los días de colegio para Mario eran cada vez más divertidos, y es que había llegado una compañera nueva, Sara, que era muy graciosa y con la que el niño podía jugar a cosas que no podía jugar con Lita la hormiguita.
Cada día después de la escuela Mario y Sara ibana jugar juntos y a veces Lita los acompañaba. Los niños se reían mucho, se divertían.
Un buen día, Lita no quiso ir con Mario y Sara a jugar, y los niños se preguntaban porque. La verdad es que Lita la hormiguita se lo pasaba muy bien con Mario y con Sara, pero en los últimos días sentía que ellos se lo pasaban mejor entre ellos y que la dejaban un poco de lado.
Pero Lita, decidió hablar con ellos, contarles lo que sentía para poder disfrutar de nuevo de sus amigos. Y así lo hizo, y fue cuando descubrió que su amigo Mario, no se había dado cuenta de que había estado dejando de lado a Lita, y lo mismo le pasó a Sara. Ambos le explicaron a Lita que todos eran amigos, y que como tal estarían juntos.
Desde ese día Lita comprendió, los amigos son siempre amigos y que sus amigos humanos no hacían las cosas a propósito, pero que al ser humanos había cosas que podían hacer juntos, pero eso no significaba que fueran menos amigos de la hormiguita.
viernes, 6 de mayo de 2011
CEFITA, OTRA NUEVA HORMIGUITA
Lita la hormiguita estaba en el jardín buscando más palitos y hojas para su laberinto.
A lo lejos vio una hormiga, una que nunca había visto, y se hicieron amigos. Pasaron unos días y Lita y Cefita, como se llamaba su nueva amistad, lo pasaban bien jugando juntos.
Ese día, uno como otro cualquiera, o eso pensaba Lita, la hormiguita fue en busca de Cefita y la vio muy atareada recogiendo palos, polen, migas... Además estaba también hablando con otros animales del jardín.
Lita se sintió triste, le apetecía mucho jugar con su nueva amiga, pero ella andaba muy ocupada... Decidió dejarla trabajar e ir a visitarla al día siguiente. Pero aquella mañana Cefita andaba con la cabeza agachada:
- ¿Que te pasa amiga? - le preguntó Lita
- Nada, tengo un mal dia - respondió la hormiguita - y no puedo jugar contigo, estoy muy ocupada
La hormiga quería que su nueva amiga estuviera bien, y al día siguiente pensó en ir a ayudarla con sus trabajos, pero vio que Cefita estaba charlando con otros insectos del jardín, se sintió feliz, pues su amiga estaba distrayéndose y parecía que se sentía mejor, pero al mismo tiempo se sintió un poco triste, pues pensaba que su amiga no tenía tiempo de distracciones, y allí la estaba viendo...
Entonces Lita, fue a visitar a Mario y le contó lo ocurrido, a lo que Mario le respondió:
- Lita, parece mentira que tu te pongas así. Seguramente Cefita esté ayudando a esos otros insectos. Las hormigas, vais poco a poco, recogiendo cosas que parecen inservibles y utilizándolas para convertirlas en otras cosas lindas capaces de alimentar a otros animales y personas. Por eso siempre estais ocupadas.
Pero como todos, a veces necesitais hablar con bichos diferentes, pues trabajais tanto que no 0s preocupais de vosotras mismas, y teneis que despejaros para cuidaros, todo el mundo necesita a veces hablar de sus cosas.
Entonces la hormiga asintió, su amigo humano tenía razón, su nueva amiga había estado tan ocupada que también necesitaba a otros bichos que no fueran como ella, que tuvieran menos tareas. Y se sintió feliz porque en esta nueva aventura aprendió que cada cual tiene su papel en la vida, y ninguno es más importante que otro, aunque le hubiera gustado poder ayudar a Cefita...
viernes, 29 de abril de 2011
¿QUE LE PASA A LETICIA?
Mario andaba unos días preocupado, tenía una amiga en el colegio, Leticia, que estaba un poco triste.
Cada vez que se acordaba de ella, se ponía triste porque no le gustaba que sus amigos se sintieran mal. Así que fue a visitar a Lita, su amiga hormiguita, y a contarle lo ocurrido.
- Mario, ¿porque crees que está triste tu amiga Leticia? - le preguntó Lita
- Yo pienso que ella cree que le va mal en el colegio, pero yo creo que ella aprende bastante - respondió el niño.
- ¿Entonces, porque no se lo dices? - replico la hormiga
- Sí se lo digo, pero creo que le pasa otra cosa - explicó Mario - creo que no soy bastante bueno para ayudarla.
La hormiguita Litase quedó pensando un rato como podía su amigo humano ayudar a Leticia. ¡Y por fin tuvo la respuesta!
- Mario, solo tienes que apoyar a tu amiga, reírte con ella, y cuando ella tenga el valor para decirte lo que le pasa, entonces lo hará y seguro que sabrás como ayudarla.
- ¡Pues claro! no es que no sepa ayudarla, es que todo necesita su tiempo, y cuando ella mi quiera, estaré con ella!
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viernes, 22 de abril de 2011
LA ORUGA POTUGA SE ENCIERRA
Lita y Mario andaban, como casi todas las tardes, dando un paseo y descubriendo nuevos mundos felices en el parque.
De repente Mario se quedó petrificado, mirando fijamente hacia una ramita de un arbol y con un semblante muy muy triste.
- ¡Mira Lita! - gritó - pobre oruga, se va a quedar encerrada!
Pero cuando Lita llegó, la oruga les miró sonriente y les dijo:
- Hola amiguitos, mi nombre es Potuga, y estoy feliz porque ya estoy haciendo mi capullo
La oruga Potuga siguió atareada tejiendo y tejiendo mientras tarareaba una canción. Mario miró a la hormiguita un tanto extrañado, y Lita, le devolvió la mirada sonriendo.
- ¿Es que no lo entiendes Mario? - preguntó la hormiga
- Pues no, ¿porque esta tan feliz si se va a quedar encerrada ella misma en ese cascarón? - resplicó el niño
- Mario - explicó Lita - lo que tu ves como una cárcel, como un final para la oruga, es en realidad un nuevo inicio, la oruga volverá renovada y mucho más hermosa.
El niño se quedó un rato pensándolo, pero seguía sin comprender. Lita, que se daba cuenta de que no se lo creía del todo le propuso volver en unos días a ver a la oruga Potuga.
Y así lo hicieron, cuando llegaron a la ramita del árbol, el capullo se estaba abriendo, y Mario vió salir de allí una hermosa mariposa de colores vivos y alas revoloteantes.
- ¡Potuga! ¡Potuga! ¿donde estas? - llamaba Mario
- Aqui estoy amigo - respondió la mariposa
Mario, se quedó sorprendido,y entonces comprendió, lo que parecía el final de la oruga era en realidad un cambio, un tiempo de reposo y de tranquilidad para poder volver convertida en una mariposa, que ahora podía revolotear entre las flores, se habia reinventado, se había convertido en algo más hermoso.
viernes, 15 de abril de 2011
LA GRACIA DE LAS HORMIGAS
Estaba un dia Lita arreglando su laberinto cuando Mario le dijo:
- Lita, no se porque te afanas tanto en arreglar tu laberinto, si mañana estará igual de sucio, además, los humanos piensan que las hormigas sois solo bichos feos y sucios que no servís para nada.
- No señor, porque los humanos digan cosas que muchos de ellos ignoran, no quiere decir que es así-replicaba lita - Pero algunos se han preocupado de estudiarnos y seguirnos y han visto que somos seres muy resistentes gracias a nuestra perseverancia.
- Pero algunos piensan que no tenéis gracia
- La "gracia" es la cualidad que cada ser da a quien cree merecerlo, pero en realidad, desde el mas pequeño hasta el más grande, todos tenemos nuestra gracia, que es vivir para llegar a nuestro destino, para luchar y aprender día a día. Ten por seguro que nosotras, las hormigas, poseemos el valor de la voluntad y el tesón.
viernes, 8 de abril de 2011
EL PAÍS MÁS FELIZ DEL MUNDO
Lita y Mario pasaban la tarde jugando en el salón de la casa. De repente Lita preguntó a su amigo:
- ¿Como te imaginas el país más feliz del mundo?
A lo que Mario respondió:
- Pues no lo sé, pero podemos salir a buscarlo
Entonces los dos amigos salieron al jardín, y empezaron a buscar. Se encontraron con unas flores de colores vivos con un aroma muy peculiar y agradable, tanto que se quedaron un rato disfrutando de ellas. Siguieron su camino y vieron un escarabajo payaso que les hacía sonreír, pero pensaron que debía haber algo que los hiciera más felices todavía. En su búsqueda vieron una telaraña que formaba un castillos alucinante, pero no se cesaron su objetivo y siguieron buscando. Más adelante encontraron unos pájaros azules que cantaban. Ellos intentaron imitar su canto y aunque no conseguían hacerlo tan bien, lo pasaron muy bien intentándolo.
Entonces encontraron a la abeja Taleja posada sobre un trébol, que los había observado reír durante toda la tarde.
- ¿Que estáis buscando? - preguntó Taleja
- Buscamos el País más feliz del Mundo - respondió Mario
- ¿Y de verdad aun no lo habéis encontrado? - les recriminó la abeja - El país más feliz del mundo está tan cerca de vosotros que lo habéis visto y no os habéis dado cuenta.
Los dos amigos se miraron fijamente sin poder entender lo que Taleja les estaba diciendo. De repente Lita empezó a reír.
- Claro! - exclamó la hormiguita - Mario, el país más feliz del mundo es en el que estamos viviendo esta tarde. Es el país que genera esa ilusión por mirar y disfrutar de sus flores y todo lo que nos entusiasma, incluso de los cantos de pájaros que no sabemos imitar.
Entonces los dos amigos comprendieron que hacía rato que estaban en el País más feliz del mundo y siguieron explorándolo con entusiasmo.
viernes, 1 de abril de 2011
LA MUDANZA DE LITA
Lita habia decidido cambiarse de casa, no se iba muy lejos, pero a un laberinto por explorar con nuevas galerías.
Para esa nueva casa tenía mucho que hacer, cambiar sus ropas, sus palitos, su cámara de fotos y todo aquello que durante un largo tiempo había recolectado (palitos, hojas, frutas, piedras...). Tanto se esforzaba por tenerlo todo a punto y darle una sorpresa a su amigo humano, que trabajaba sin parar y sin visitar a su amigo Mario.
Por fin el día de la mudanza había llegado, para celebrarlo, preparó un brebaje con una mesa linda con flores y una tarta de arándanos, para invitar a su amigo Mario y a todos los demás bichos compañeros que había conseguido en sus aventuras (Pinturela, Saltamontelín, Chiflín, Camaña...). Como faltaba tanto un rato hasta la hora de la merienda, decidió sentarse en su nuevo sofá a descansar.
De todo lo que había trabajado durante días, estaba exhausta y se quedó dormida, tanto que cuando Mario y los demás llegaron no pudieron despertala. Estuvo durmiendo casi un día entero y cuando despertó todos estaban allí esperándola.
- Lita, has trabajado mucho - dijo Mario
- Quería que todo quedara perfecto - respondió ella
- Sí, pero no era necesario que lo hicieras tu sola, tienes a tus amigos para ayudarte - replicó Mario.
Entonces Lita aprendió la lección, tanto se había esforzado ella sola para hacer las cosas que se olvidó de descansar y disfrutar de la ayuda de sus amigos, y se había perdido esa merienda que estaba deseando celebrar con sus amigos. Después de todo, lo más importante es compartir con los que más quieres lo mejor de ti mismo.
Desde aquel dia Lita siguió siendo tan hacendosa, pero eso sí, ahora era más feliz, puesto que aprendió que llevar las cargas tiene sentido, si nos queda tiempo para disfrutar y amar.
domingo, 2 de enero de 2011
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