viernes, 18 de junio de 2010

LITA Y LAS MIGAS DE PAN

En una de las conversaciones que tenía Lita la hormiguita con su amiguito el bebé Mario, esta se lamentaba: "soy muy chiquitita, soy poquita cosa, mirate tu, con unas manos que me aplastarian solo con rozarme ".
Pensaba que era tan pequeña que nadie reparaba en ella y se sentia triste y olvidada.
Llegó incluso a envidiar a su amiguito Mario, porque era más grande.

Pero un buen dia, mientras recorria los laberintos de blancos azulejos vio como Mario cogia su primer juguete y se le caía de las manos, pero lo intentó y lo intentó hasta que consiguió mantenerlo entre sus pequeñas manitas.
Sin embargo ella era capaz de recoger migas de pan y huesos que le doblaban en peso y tamaño sin ningún esfuerzo.
Se sintió tan fuerte que recogió miles miguitas de comida sin parar, que la pudieron alimentar durante toda la epoca de sequia.

Entonces se dio cuenta, da igual ser grande o pequeño, fuerte o debil, porque precisamente de eso que nos hace especiales surge nuestra gran oportunidad, que lo importante es luchar y no decaer.

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