viernes, 29 de octubre de 2010

LOS MAGNIFICOS PERSONAJES DE LOS CUENTOS


A Mario no le gustaba nada leer, no entendía que podian ver sus profesoras y sus amigos en los libros. el miraba tantas letras juntas y le parecia un aburrimiento enorme.

Esa mañana Lita no habia ido a visitarle y Mario la llamaba sin cesar, pero sin ningún resultado. Al día siguiente la hormiga llegó y le contó una historia de aventuras llena de personajes mágicos y alucinante. Mario se sorprendía cada día, no sabia de donde podía inventar tantos personajes tan divertidos, con lo complicado que era inventar uno solo...
Ahora se habia dado cuenta, Lita iba con un libro debajo del brazo, dispuesta a leer mientras Mario miraba la televisión.

- ¿Porque lees tanto Lita? ¡Si eso no srive para nada! - le dijo Mario
- Como que no - respondió Lita
- ¡Pues claro! no dice nada de personajes mágicos ni interesantes
- No me lo puedo creer, aun no has descubierto mi secreto - añadió Lita

Entonces la hormiga le enseñó el libro que estaba leyendo a Mario:

- ¿Que ves aqui? - pregunto Lita

El niño empezó a leer con cierta desgana, a lo que Lita le recriminó.

- No, no, así no, tienes que mirarlo un poco más de lejos, ¿No ves algo diferente?

Entonces Mario sonrió, desde allí las letras y las lineas formaban un dibujo que se parecía al mosntruo volador del cuento de que Lita le contó el dia anterior. Comenzó a pasar hojas y descubrió nuevos e interesantes personajes.

- Ahora ya sabes de donde saco los personajes de las historias. Lo unico que tienes que hacer es leer la pagina y luego alejarte para descubrir el personaje que esconde.

Entonces Mario cogió su cuento ilusionado, dispuesto a descubrir los magnificos personajes que escondía, y desde aquella tarde, cada día leia una pagina de un libro para descubrir más y más personajes, que se convertirian en protagonistas de las historias que inventaría.

viernes, 22 de octubre de 2010

LOS DOS CONJUROS

Hace ya algún tiempo, en un pequeño nido, habia una hormiga reina que daba risa. Siempre decía "haced esto" o "haced lo otro" y nadie le hacía caso. Pero la reina no quería caerle mal a nadie y nunca castigaba a quien no le hacia caso, y por eso no tenia autoridad.
Un buen dia, cansada de que le pasaran por alto, llamó Saltamontelín, un saltamontes mago, y le encargó un conjuro para que sus hormigas le obedecieran.

Saltamontelín trabajó duro, y aunque consiguió muchas cosas increibles como galerias que se construian solas, no consiguió el conjuro que la hormiga reina necesitaba.

Lita, que andaba por el mismo pueblo recorreindo mil aventuras, se enteró de la noticia, e inmediatamente se dirigió al palacio de la reina y mando decirle que ella tenía el conjuro que le daría la solución. Le entregó a su alteza dos trozos de pergamino escritos con letras de colores brillantes.

- Alteza, estos son los conjuros, utilizad el primero antes de decir aquello que quereis que vuestros subditos hagan y el segundo cuando lo hayan terminado esperando una sonrisa por su parte que os indique que los subditos siguen bajo su poder. Hacedlo tal y como os he dicho y este conjuro durará para siempre.

La reina queria probarlo, así que se dirigió a Pinturela y con los pergaminos en la mano le dijo:

- Por favor Pinturela, enseñame ese cuadro de palacio que estas pintando.

Pinturela, sorprendida por las palabras de la hormiga reina, a la que nunca habia oido decir "por favor" se dirigió a ella con el cuadro en la mano y se lo enseñó.
La reina, tras mirarlo sin mucho interés dijo a continuación:

- Gracias Pinturela, puedes retirarte.

La hormiga pintora, al escuchar esa amabilidad de la reina, sonrió y se retiró a seguir pintando. ¡Habia funcionado, la pintora le habia hecho caso, y además habia sonreido, seguia bajo su poder!

La hormiga reina, agradecida, invitó a Lita a quedarse con ella y ser su mano derecha, tendría un gran poder sobre el resto de hormigas.
Pero Lita decidió que prefería continuar sus aventuras. Antes de marcharse, la reina le preguntó por el origen de sus conjuros, queria saber como los habia conseguido.

- La verdad es que no son conjuros magicos -dijo Lita - es algo que aprendí cuando era pequeña, mi mamá siempre repetía que con educación y buenos modales se puede conseguir todo. Y tenía razón, tú, gran reina, solo necesitabas educación y buenas palabras para conseguir todas las cosas justas para tu reino.

viernes, 15 de octubre de 2010

EL PEQUEÑO ENCARGO


El dia de los encargos era uno de los más esperados en la escuela. Se celebraba la primera semana del curso. A partir de ese dia, cada niño tendria un encargo que debia cumplir durante todo el curso. Cuanto mejor se habian portado los niños el curso anterior, encargos mas emocionantes les tocaban.

La profesora empezó a repartir los encargos y llegó el momento de Mario. Le tocaba cuidar un vaso de plástico con una lenteja y un algodón que siempre debía estar empapado en agua.
Mario estaba desilusionado, sus compañeros debian colocar los libros de la clase, borrar la pizarra o llevar agua para los pinceles en la hora de plástica, y el debia cuidar un pequeño vaso de plástico.

Lita queria ayudar a su amigo a sentirse mejor, así que empezó a investigar sobre las lentejas y sus cuidados y a explicarselo todo a Mario. De repente, el niño empezó a sentir un gran interés en hacer de esa lenteja una gran planta.
La cuidaba con mimo, mojaba con cuidado todos los dias el algodón y ponia el vaso al sol para que creciera la planta, la traspaso a una maceta cuando el vaso se le quedó pequeño.
Realmente la planta creció más de lo que nadie hubiera esperado y dio muchos frutos.

Cuando llegó el final del curso, Mario le dijo a su profesora que junto con su amiga la hormiga Lita, querían recoger todas las lentejas que aquella plata habia dado y repartirla entre los pobres del pueblo para que al menos ese dia todos pudieran comer.

Ese dia todo fue una fiesta, todos felicitaban a Mario por su gran idea y ayudaron a repartir esas lentejas. Así, todos los niños de la clase aprendieron que no hay encargos mas divertidos que otros, ni más importantes o interesantes, sino que se trata de ser responsable con todo lo que tenemos entre manos.

viernes, 8 de octubre de 2010

LA PLANTA QUE TARDABA EN CRECER


El profesor repartió un puñado de semillas a cada alumno aquella mañana. Tenían que sembrarlas y cuidar la planta que les saliera.
¡A Mario le tocaron semillas de garbanzos! y le gustaban tanto los garbanzos que estaba emocionado que sembro las semillas y las cuidó durante dias.

Cuando por fin salió en primer brote, Mario le preguntó al profesor - ¿puedo arrancarla ya? - a lo que el profesor le dijo que aun tenia que cuidar la planta durante muchos dias más antes de poder recoger los garbanzos.

Mario volvió a su casa algo decepcionado, pero siguió cuidando la planta. Cada dia que pasaba estaba mas ansioso y aunque el profesor le pedia paciencia, cuando vio aparecer el primer garbanzo lo arrancó para comerselo. Sin embargo, la planta aun no habia crecido suficiente y el garbanzo estaba aun verde para comerselo.
Mario se entristeció, ¡habia echado a perder el trabajo de muchos dias por su impaciencia! Y más aun se enfadó cuando vio llegar a sus amigos con sus plantas altas, verdes y vigorosas y con montones de garbanzos.
Aquel dia decidió no volver a dejarse llevar por la ansiedad e impaciencia y hacer caso a su profesor. Además, tuvo suerte, ues sus compañeros compartieron con él algunos de sus garbanzos y pudo hacerse un potaje delicioso para comer.

viernes, 1 de octubre de 2010

LA PIZARRA MAGICA


Iban Mario y Lita de excursión por el bosque cuando sobre el viejo arbol encontraron una pizarra magica y una caja de pizas con puntas chispeantes y brillantes.

Mario se puso a dibujar, primero una flor, luego un arbol y una mariposa. Magicamente, cada vez que terminaba un dibujo, éste cobraba vida y salia de la pizarra.
Entonces dibujó más animales de colores y aquel pedazo de bosque se convirtió de golpe en un gran zoologico divertido. Pensó que sería divertido hacer un picnic con todos esos nuevos animales y dibujó montones de comidas y bebidas. Dibujaba los bocatas, las servilletas y latas usadas, botellas vacias...
Todos lo pasaban muy bien, pero de repente Lita se dio cuenta de que algo raro estaba ocurriendo. Cuando los desperdicios cobraban vida, alrededor de cada lata y papel, elbosque se volvia gris. Ese color empezó a exenderse rapidamente a todos los animales que Mario habia estado dibujando.

Lita se dio cuenta de que aquello lo habian provocado los desperdicios. Corrió tras ellos intentando borrarlos, pero al ser tan pequeña no conseguia alcanzar a todos.
Pidió ayuda a Mario y entre los dos tuvieron suerte, pues borraron los desperdicios muy deprisa y consiguieron que los animales recuperaran sus colores y jugaran divertidos.

Lita y Mario comprendieron que con ayuda de tus amigos todo se puede y cada vez que salen a hacer un picnic recogen siempre todos los desperdicios, pues cada cosa que dejas puede tener efectos muy dañinos para los animales y plantas del bosque.