viernes, 8 de octubre de 2010

LA PLANTA QUE TARDABA EN CRECER


El profesor repartió un puñado de semillas a cada alumno aquella mañana. Tenían que sembrarlas y cuidar la planta que les saliera.
¡A Mario le tocaron semillas de garbanzos! y le gustaban tanto los garbanzos que estaba emocionado que sembro las semillas y las cuidó durante dias.

Cuando por fin salió en primer brote, Mario le preguntó al profesor - ¿puedo arrancarla ya? - a lo que el profesor le dijo que aun tenia que cuidar la planta durante muchos dias más antes de poder recoger los garbanzos.

Mario volvió a su casa algo decepcionado, pero siguió cuidando la planta. Cada dia que pasaba estaba mas ansioso y aunque el profesor le pedia paciencia, cuando vio aparecer el primer garbanzo lo arrancó para comerselo. Sin embargo, la planta aun no habia crecido suficiente y el garbanzo estaba aun verde para comerselo.
Mario se entristeció, ¡habia echado a perder el trabajo de muchos dias por su impaciencia! Y más aun se enfadó cuando vio llegar a sus amigos con sus plantas altas, verdes y vigorosas y con montones de garbanzos.
Aquel dia decidió no volver a dejarse llevar por la ansiedad e impaciencia y hacer caso a su profesor. Además, tuvo suerte, ues sus compañeros compartieron con él algunos de sus garbanzos y pudo hacerse un potaje delicioso para comer.

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