viernes, 1 de abril de 2011

LA MUDANZA DE LITA

Lita habia decidido cambiarse de casa, no se iba muy lejos, pero a un laberinto por explorar con nuevas galerías.

Para esa nueva casa tenía mucho que hacer, cambiar sus ropas, sus palitos, su cámara de fotos y todo aquello que durante un largo tiempo había recolectado (palitos, hojas, frutas, piedras...). Tanto se esforzaba por tenerlo todo a punto y darle una sorpresa a su amigo humano, que trabajaba sin parar y sin visitar a su amigo Mario.

Por fin el día de la mudanza había llegado, para celebrarlo, preparó un brebaje con una mesa linda con flores y una tarta de arándanos, para invitar a su amigo Mario y a todos los demás bichos compañeros que había conseguido en sus aventuras (Pinturela, Saltamontelín, Chiflín, Camaña...). Como faltaba tanto un rato hasta la hora de la merienda, decidió sentarse en su nuevo sofá a descansar.
De todo lo que había trabajado durante días, estaba exhausta y se quedó dormida, tanto que cuando Mario y los demás llegaron no pudieron despertala. Estuvo durmiendo casi un día entero y cuando despertó todos estaban allí esperándola.

- Lita, has trabajado mucho - dijo Mario
- Quería que todo quedara perfecto - respondió ella
- Sí, pero no era necesario que lo hicieras tu sola, tienes a tus amigos para ayudarte - replicó Mario.

Entonces Lita aprendió la lección, tanto se había esforzado ella sola para hacer las cosas que se olvidó de descansar y disfrutar de la ayuda de sus amigos, y se había perdido esa merienda que estaba deseando celebrar con sus amigos. Después de todo, lo más importante es compartir con los que más quieres lo mejor de ti mismo.

Desde aquel dia Lita siguió siendo tan hacendosa, pero eso sí, ahora era más feliz, puesto que aprendió que llevar las cargas tiene sentido, si nos queda tiempo para disfrutar y amar.

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